Una testigo del juicio a ‘la Manada’ de Manresa: «Les convencí de que no la tiraran al río tras violarla»

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La testigo principal de la agresión sexual múltiple a una menor de 14 años por parte de ‘la Manada’ de Manresa, ocurrida en noviembre de 2016, ha declarado en el juicio que, tras forzarla sexualmente por turnos y entre varios, los acusados pretendían «tirarla a un río». 

La testigo, que acudió junto a la víctima a la fiesta donde se produjo la agresión, ha corroborado la violación por turnos y en grupo a la menor, al mismo tiempo que ha indicado, entre llantos, que tras consumarlo tuvo que convencer a los violadores de que la dejaran ir.

«Les tuve que decir que me la llevaba, la duchaba y le daba una pastilla porque la querían tirar a un río», ha insistido entre llantos, momento en que dos familiares de la víctima han abandonada la sala del juicio, donde asistían de público, visiblemente afectadas.

Durante toda la declaración de esta testigo, los acusados, que estaban detrás de un biombo que la protegía, han gesticulado y comentado a su testimonio, sin que los viera el tribunal, lo que ha generado una gran indignación entre los familiares de la menor violada.

«Mira, 15 minutos cada uno»

Según ha declarado la testigo, la violación sucedió durante una fiesta en una fábrica abandonada el 29 de octubre de 2016, en la que había varios amigos y conocidos, y que transcurría en dos casetas. En la primera caseta había una mesa con bebidas alcohólicas y un sofá, y era donde había música y estaba la mayoría de asistentes, primero solo menores y después también el grupo de los acusados, mayores de edad.

La víctima se fue con uno de los acusados, Bryan Andrés M.C., voluntariamente según la testigo, a la otra caseta, y una hora después regresó a la fiesta solo él, le enseñó un reloj y le dijo: «Mira, 15 minutos cada uno».

Según ella, Bryan Andrés M.C. mandó a sus amigos a la otra caseta para mantener relaciones sexuales con ella y fue quien lo organizó todo, aprovechando que la menor se encontraba en un estado de embriaguez y no podía ni andar debido a su estado de embriaguez. Según ha declarado la testigo, la víctima había ingerido varias bebidas alcohólicas y marihuana.

Cuando esta testigo acudió a la caseta a ver qué pasaba, vio «claramente» a su amiga en el suelo, encima de ella a otro de los acusados, Maikel P.T. penetrándola, y como todos los otros acusados estaban con los pantalones bajados y algunos masturbándose y pidió ayuda para sacarla de allí.

Ha asegurado que Marco Antonio R.T. tenía una pistola y que se la puso en la boca diciéndole que no contara nada de lo que había pasado y que sabía qué camino cogían sus hermanas pequeñas para ir a la escuela.

Esta testigo ha explicado que hizo dos declaraciones falsas durante el procedimiento porque sentía miedo: «Estaba cagada y todavía lo estoy», y que incluso estuvo amenazada.

«Había una pistola»

Otro testigo que estaba en la fiesta, que tenía 15 años entonces, ha confirmado que Bryan Andrés M.C., después de estar con la víctima, le propuso tener relaciones con ella: «¿Quieres ir un rato?», aunque él dijo que no.

Ha corroborado que fue este acusado quien estableció los «turnos», primero entró Walter D.C., y después fueron entrando el resto de acusados, aunque él solo pudo ver a Maikel P.T. manteniendo relaciones con ella en un momento en que entró en la caseta.

Este testigo ha valorado que la víctima parecía estar en coma inducido y que pudo escuchar como se quejaba, diciendo: «Para, que me duele».

El tercer testigo de la sesión de este lunes, que tenía 16 años en el momento del suceso, ha confirmado que vio una pistola en la fiesta aunque no vio que se amenazara a nadie con ella, aunque él se marchó antes de que ocurrieran los hechos.

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